Las plataformas pornográficas transmiten contenidos que en su mayoría han sido creados por los usuarios, estos son identificados en las plataformas con identidades falsas o de terceros, con el único objetivo de no ser localizados.
Esto es sólo el comienzo de lo que realmente está pasando, y es que si hacemos una búsqueda exhaustiva en las plataformas veremos contenidos sexualmente violentos, que incitan al morbo, la pederastia y la violencia hacia los más vulnerables.
¿Tienes alguna garantía de que el porno que estás consumiendo es consensuado y libre de abuso?
Entre los casos más destacados encontramos el de GirlsDoPorn (año 2019) y la demanda que recibieron más de 20 mujeres que fueron citadas para un trabajo de modelo pero al llegar fueron obligadas, drogadas y maltratadas a grabar vídeos que luego serían distribuidos y vendidos. como material pornográfico.
Este es solo uno de los muchos casos expuestos y que han encontrado justicia para las víctimas, pero hay muchos más casos que siguen sin denunciar, material que se sigue distribuyendo porque genera innumerables ingresos a las empresas pornográficas.
¿Cómo se han beneficiado los traficantes de esta industria?
Esta respuesta es muy sencilla, sitios web como Pornhub (el sitio web porno más grande) ofrecen una plataforma donde cientos de clientes esperan que el contenido se distribuya con reglas mínimas y casi sin límites, qué fácil es entonces generar contenido que muchos verán. y pocos informan. Se reproducirá cientos de veces y generará ganancias siempre que haya alguien que quiera verlo.
No podemos seguir negando la posibilidad de que lo que muchas veces se ha expuesto en estos vídeos no sean montajes ficticios, sino escenas reales que destruyen la vida de personas inocentes sin posibilidad de escape.
Material extraído de:
Referencias
O’Connor, M. (s.f.). Escrito de sentencia de los demandantes. Nube de documentos. Obtenido el 16 de enero de 2022 de https://www.documentcloud.org/documents/6476547-Plaintiffs-Trial-Brief.html
