En Asia del Sur, millones de niños viven en condiciones de pobreza, violencia y explotación. Muchos de ellos carecen de acceso a la educación, lo que les impide realizar su potencial y liberarse del ciclo de miseria.
Durante los últimos tres años, nuestra organización ha estado trabajando incansablemente para dar a estos niños la oportunidad de cambiar su destino. Con el apoyo de personas generosas como tú, hemos podido proporcionarles alimentos, ropa, artículos personales y renovar sus hogares para darles un lugar digno donde vivir.
Pero nuestro trabajo no se detiene ahí. También patrocinamos a niños para que asistan a la escuela, donde reciben educación de calidad, comidas balanceadas, útiles escolares y uniformes. De esta manera, les damos la oportunidad de aprender, crecer y soñar con un futuro mejor.
Cada niño que asiste a la escuela es un niño que se aleja de las calles y de los riesgos de caer en la esclavitud. Cada niño educado es alguien que puede transformar su vida y la de su comunidad.